También vuestro cuerpo
conoce su herencia
y su justa necesidad,
y no quiere ser engañado.
Y vuestro cuerpo
es el arpa de vuestra alma.
Y de vosotros depende
arrancar de él
una música dulce
o unos sonidos confusos.
Gibrán Khalil Gibrán. El Profeta
Dilo a una persona sabia o
permanece callado,
porque el hombre del montón
se burlaría enseguida.
Alabo aquéllo que en verdad vive,
aquéllo que anhela ser consumido
como por fuego, hasta la muerte.
En el agua tranquila
de las noches de amor,
donde tú fuiste engendrada,
donde engendraste,
te invade un sentimiento extraño
cuando ves cómo se quema
la vela silenciosa.
Ahora ya nada te atrapa
en la obsesión de la oscuridad,
y el deseo de un hacer el amor más alto
te arrastra hacia arriba.
La distancia no te hace vacilar
cuando llegas, en la magia, volando
Y por último, enloquecida por la luz,
eres la mariposa y desapareces.
Y en la medida en que no hayas experimentado
esto: morir y de ese modo crecer,
solamente eres un huésped perturbado
sobre la tierra oscura.
Goethe. The Holy Longing