Vivir implica decidir, optar, elegir opciones entre las diversas posibilidades que tienes en cada momento determinado de tu vida. Este optar es fundamental debido a que en cada decisión, por pequeña que sea, te configuras y “tomas forma”.
El estado interior en que quedas es muy distinto según una opción u otra que decidas, por lo que la realización y la plenitud las vas alcanzando cuando quedas realmente satisfecho con lo que estás haciendo con tu vida. Por lo tanto, las preguntas: “¿Qué quiero ser?”, “¿qué quiero hacer de mí?”, son tarde o temprano una cuestión a resolver.
La complejidad de nuestro mundo interior, de nuestros deseos, miedos, potencialidades y condicionantes hacen que sea difícil poder distinguir aquello que más profunda, sincera y honestamente quieres para ti.
El discernimiento será el proceso de descubrir y optar por aquello que realmente deseas en cada etapa de tu vida, en tu cotidianidad, es decir, aquello donde descubres la voluntad de Dios para ti; en donde encuentras sin duda tu verdadera realización como persona.
El discernimiento ignaciano es un valor de nuestra espiritualidad y te invitamos a navegar en tu mar interior para que descubras el punto de encuentro entre el deseo de Dios para ti y tu propio deseo.
En nuestras Actividades encontrarás talleres y procesos de formación para desarrollar una actitud cotidiana de discernimiento ignaciano.
Para conocer más, visita:
Ignacio de Loyola.