Parece que la pobreza más profunda
la descubramos en el amor más auténtico.
El agradecimiento y la impotencia
que nos nace al contemplar los rostros de aquellos
por quienes nos descubrimos más amados
nos desvelan que el Reino es pobre y humilde.
Ese algo hacia donde parece converger
todo el deseo de lo infinito,
ese algo que desata la sed más profunda
y apunta hacia la fuente verdadera,
paradójicamente es pobre y humilde.
Las personas en las que se descubre
un camino más auténtico hacia la luz y la verdad del amor,
son por dentro errantes, pequeñas,
frágiles y fuertemente heridas.
Ellas muestran abiertamente
algo de impotencia, debilidad,
ignorancia, incoherencia en su caminar.
Y Tú has elegido esa pobreza,
Tú has elegido ese modo de ser
para mostrar lo más divino de tu amor.
Gracias por elegir la pobreza.
Fran Delgado sj