Encontrarte

No te encuentro
si te busco a las apuradas
tratando de abarcar todo
con la mirada.

No te encuentro
si te pongo tiempos,
límites absurdos
que me separan de tí.

Está claro que tu tiempo es otro,
el de lo lento,
el del sentir.

No se gusta de un paso al otro,
extraña conjetura
en la que nos metimos los seres
hace tantos siglos.

Te encuentro
cuando respiro más despacio
y me dejo acariciar
por el suelo que me has dado.

Te encuentro
en la luz
que atraviesa las hojas
temprano en la mañana
donde la vida se despierta
al sonar de las campanas.

Te encuentro
cuando dejo de querer poseerlo todo,
de querer tomar memoria de todo,
cuando dejo de pensar
que te puedo guardar
en una caja de vidrio y metal.

Te encuentro
cuando me dejo sentir
sin espacio, sin tiempo, sin querer personal.

Te encuentro
cuando soy,
de vuelta yo,
la misma.

Y todo el tiempo
te encuentro diferente.
Me doy la vuelta
y el árbol que eras
ya está echando flores
y raíces fuertes.

La luz que dabas
a aquellas pequeñas hojas
ya está apuntando
a otra dirección.

Y, es ahí,
cuando me doy cuenta
de que eres novedad todo el tiempo.

Y, es ahí,
cuando me doy cuenta
de que jamás te podré poseer
porque tú ya me tienes.

Sarah Elizabeth Müller

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