Amarte es mi verdad.
Te amé cuando era niña
y jugábamos juntos en el parque…
Fuiste, ya adolescente,
mi romántico amor.
Mi opción de juventud,
irreversible.
Mi centro, el Absoluto
que ha llenado mi vida de sentido.
Fallarte es mi tristeza…
Gozar de tu presencia lo que me hace feliz.
Y ahora…
en mi mediocridad desangelada
te has vuelto mi nostalgia… mi deseo…
Al fondo de mí misma, que te quiero
es mi única verdad.
Cristina White, rscj