Tiempo, que te escapas
del ritmo de nuestro corazón.
Que unas veces eres lento,
Y otras te adelantas sin darnos una mísera razón.
Tiempo, que no te entendemos
que bailas con la incertidumbre,
que juegas con nuestra memoria
Y que nos invites siempre al perdón.
Tiempo, que custodias la acción de Dios,
y que obras a través del paso de los años,
que acompasas nuestra existencia,
y que eres cómplice del milagro de la Creación.
Tiempo, que nos muestras la grandeza de la vida,
que nos marcas cada latido.
y que navegas hacia la eternidad,
donde un día descansaremos en Dios.
Alvaro Lobo sj