Padre,
me pongo delante de tí
con todo lo que soy.
Tócame, ilumíname, guíame.
Quiero, deseo y es mi determinación
entregarme al servicio y alabanza de tu Reino
para hacerlo crecer.
Quiero asumir las consecuencias que me pueda traer.
Por eso te ofrezco
mi confusión, mi miedo, mi cansancio, mi dolor
sabiendo que sólo Tú podrás transformarlos.
aquí estoy
Confío en Tí.
Blanca Pinedo