Hoy mi oración ha sido con la lluvia…
Bendita lluvia y maldita lluvia.
Bendita lluvia que riega los campos y nos bautiza,
maldita lluvia que no nos permite
seguir nuestros planes, nuestras rutinas…
La lluvia cae del mismo modo que la gracia de Dios,
a veces acogemos la gracia con cariño, con ternura…
porque es una gracia que nos mueve
a tareas amables, gustosas…
otras veces no acogemos la gracia,
pensamos que es una “maldita gracia de Dios”
una gracia que nos incomoda,
nos saca de nuestras seguridades,
nos lleva a lugares que no nos gustan
y nos hacen tener una palabra poco acogida….
Bendita lluvia y bendita gracia
que nos hace salir de nuestro confort,
que nos hace mojarnos
por aquello que merece la pena
y que nos bendice y llena de vida
si estamos dispuestos a acogerla
y ponerla en práctica en este mundo real
que es el mundo donde Dios sigue haciéndose presente.
Le pido al Señor que como Compañía, que como Iglesia,
nos dejemos empapar
para estar en los lugares que nadie quiere estar,
que tengamos una palabra que venga de Jesús e incomode
y seamos lluvia y bendición para los otros,
así como los más pobres son lluvia
y bendición para nosotros.
Amén
Pepe Castillo sj