ORACION DE LA SEMANA
Queremos invitarte a que tengas un espacio de encuentro contigo, con la Creación entera, con Dios.
Toma 10 minutos de tu día y deja que tu interior se exprese en un diálogo honesto y sincero.
Durante toda la semana profundiza un poco más en tu reflexión, en aquello que tu interior registre como importante; muéstralo a Dios y descubre a qué te invita semanalmente.
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“El corazón lleno de nombres”
Me dispongo en silencio a un espacio de encuentro.
Respiro profundo, siento, escucho, me relajo
Inclino mi corazón y mi ser a la grandeza de la vida.
PRIMER PUNTO
Así se construyen los paisajes que poblamos: entre la distancia inevitable, y la presencia en la que, a veces, conseguimos vernos. ¿Te has sentido alguna vez solo?¿Has gozado alguna vez del encuentro con otros? ¿Has disfrutado de una conversación sincera, de esas en las que hay intimidad, reconocimiento y confianza? ¿Has notado, en tu entraña, la mordedura de las ausencias? ¿Has compartido risas, ilusiones y empeños, con la conciencia lúcida de estar viviendo momentos que nadie te podrá robar?
Todo eso es el amor. Y si hay amor en nuestras vidas, entonces todo está a nuestro alcance. Aunque no siempre sea fácil.
SEGUNDO PUNTO
A.- ¡Gracias por nuestras gentes! por todos esos nombres que arrebatan, que llenan, que evocan episodios compartidos. Gracias por todas esas figuras que pueblan mi día a día, al menos en tramos del camino.
Y gracias por todos esos momentos de celebración o de rutina, por las conversaciones donde otros se asoman a mi historia y yo me asomo a otras historias. Por las miradas que hablan. Por los esfuerzos compartidos para conseguir algo. Gracias porque están ahí.
B.- “Pero eres tú, mi camarada, mi amigo y mi confidente” ( Sal 55,15)
Pienso despacio en los nombres por los que doy las gracias.
TERCER PUNTO
A.- Hay una nostalgia mala, que es la de quien se ha quedado atascado en el pasado, y se lamenta. Pero hay otra forma de memoria que puede ser buena, cuando evoca episodios que te hacen fuerte, y te da motivos para luchar, un horizonte hacia el que caminar, y la seguridad de que hay vivencias que nadie te puede arrebatar.
Por eso es tan común, cuando nos juntamos los amigos, recordar sucesos de la infancia, de la escuela, de la juventud… Porque todo eso es real, y es parte del sustento sobre el que se van construyendo las vidas.
B.- Pienso en las memorias que me hacen fuerte, y en las gentes que las pueblan…
CIERRE
¿Qué quiere decir tu corazón a Dios?, platica con él como un amigo lo haría con un amigo muy querido….Esta semana pido a Dios que me ayude a vivir con agradecimiento una vida llena de nombres en mi historia. Así sea
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Tomados de la sección de reflexiones de www.pastoralsj.org